domingo, 22 de julio de 2012

A expensas del Destino.


El destino existió para que yo me registrara contigo,
para que pagara por los errores de las lecciones
que me perdí o ignoré,
y también para ver salir el sol y despedirlo.

Aprender a entender este mundo gris con vos,
jugar a ser humanos.
Recorrer las calles de Barcino
tal si fueran las líneas de tus manos.

El destino antes de morir en ti
supo que no necesito más excesos que tus besos,
de todo lo demás yo puedo prescindir.
Yo ya era parte de tus ojos y de su razón,
de un camino que me enseña y me lleva a no perder la fe,
a dejarme de tonterías y de ciencia-ficción.



Felices veinte, mi chico de ojos verdes.

sábado, 14 de julio de 2012

Ara. Ahora.

Ya está, hasta aquí he llegado. Esta noche ha sido eterna entre mosquitos, libretas y zumo de naranja, pero lo admito: no sólo ha sido eterna si no que también ha sido decisiva, dolorosa.
Cuando me he levantado, he abierto la ventana y he pegado un persianazo. Un día nuevo se hallaba delante de mí: el cielo seguía igual de nublado que ayer, pero podía distinguir entre las nubes el sol. He arrugado la frente ante tanta luz y me he acordado de lo que significaba extender el brazo. He extendido ambos aún engarrotados por una mala postura y he intentado tocar con las yemas de mis dedos la Estrella.
He decidido bajar a bañarme al mar. El día tampoco es que acompañara demasiado, pero era insignificante. Era tan temprano que sólo habían dos señoras madrugadoras desayunando algo de fruta mientras comentaban los nuevos recortes del Gobierno. He dejado mis cosas cerca. Me han dado los buenos días, les he sonreído. 
La arena de la playa aún estaba fresquita y el mar estaba tranquilo. Me he desnudado completamente y he notado un silencio sepulcral. He andado poco a poco hasta llegar a la orilla, he mirado al horizonte y han brotado dos lágrimas. Me he adentrado hasta que el agua fría me ha cubierto el ombligo y el salitre me ha lamido la piel. He decidido alzar bien la cabeza, tragarme el nudo que tenía en la garganta: "Estoy bañándome en el Mar Mediterráneo para celebrar que comienzo una nueva etapa de mi vida." Las cosas suceden dos veces, una en tu cabeza y otra en tu acción. He comenzado a coger frío, así que me he tirado de cabeza al agua. He notado cómo se me ha encogido hasta el alma, nada importante. Que se me encoja el alma por cosas así seguro que es sano, he pensado. Cuando he salido del agua me he enrollado en la toalla, me he sentado en el pareo y les he enviado un mensaje a mis padres deseándoles un buen día, diciéndoles que les echaba de menos. Me he secado, me he vestido y he decidido volver a casa. 
He suspirado y he pensado en aquello que me dijo B: "La vida son actos de fe en si mismo." 


"Todo irá bien, querida Laura."

jueves, 5 de julio de 2012

11.02

Supe que dejé de quererte el día que olvidé masticar un chicle de fresa antes de nuestra cita. Ya no me emocionaba verte aparecer de lejos con la mochila colgada a un solo hombro, ni tampoco esa sonrisilla que se te escapaba cuando me veías con el vestido azul. Dejó de emocionarme que te perfumaras, que hicieras planes conmigo a larguísimo plazo, que te colaras entre mis piernas sin pedir permiso. Aquel día supe que ya nada volvería a ser lo mismo. (CTRL+X)
Supe que comencé a quererte el día que me miraste como nadie antes lo había hecho, el día que sin haberte visto sonó Carousel de Julia Mercell, el día que la palabra despedida hizo que se me encogiera por primera vez el corazón. Me emocionaba que me chincharas, que me acariciaras la cara y también tus nervios. Supe que comencé a quererte el día que enterré miedos contigo a la vez que otros tantos se preocupaban de un partido de rugby, mientras el mundo seguía girando. Yo paré el mío durante 2 minutos y decidí lanzarme a la piscina contigo y conmigo misma. Mi primer riesgo. Nuestro riesgo. Tu olor. El verde de tus ojos. Tu sonrisa. Tu ombligo. Las lágrimas. Tus pies. Te esperé. Siempre te había esperado.

A ti te debo cinco meses de incertidumbres, de saltos al vacío, de amor. De mucho amor.

Te quiero, Pol.