sábado, 25 de agosto de 2012

Nul

Como los padres que se quedan sin palabras cuando su hijo les reprocha el afán de sobreprotección cuando ya es mayor.
Como el político que hace las cosas a su manera, lo inmoral y tiene detrás a un pueblo que se queja.
Como la noche que toca cenar crema de verduras y arrugas la nariz. 
Como la palabra muerte en un parto.
Como uno de los tantos parados sin trabajo.
Como el sueño después de dieciséis horas de cama. 
Como los miedos a cosas inevitables.
Como ser un maldito afluente sin mar.

El paso del tiempo,
la poca vergüenza y las cosas bien hechas,
la batalla por ganar,
lo que se debe,
la antítesis de la vida,
una de las consecuencias del sistema,
lo inexplicable,
lo que se debe afrontar,
yo, Laura.