Es curioso, hasta me sorprendo de los cambios que hago repentinamente.
Supuestamente no debería de estar nerviosa ni mucho menos, ya que esto lo hacía cada año con el esplai y demás. Pero sí. Estoy inquieta por saber lo que mañana me espera, por saber qué se hará, si me lo pasaré bien, si conoceré a gente nueva, si me aburriré, si echaré de menos mi cama, si pasaré frío, si desde la ventana podré ver el mar.
Parece absurdo sentirme como una niña de ocho años, pero no lo puedo evitar.
Es la primera vez que me voy de "colonias" con gente que no conozco de nada, tan sólo a dos compañeras del colegio. Y aunque también siga sonando absurdo he revisado mi mochila cuatrocientas veces e incluso he buscado fotos del sitio.
Lo siento, la "Laura niña" ha salido de lo más profundo de mi mente. Supongo que durará hasta el domingo y vuelva a pisar mi casa.
Así que, intentaré hacer fotos y disfrutar al máximo!