domingo, 9 de agosto de 2009

A tres metros sobre el cielo.


- Las cosas se han puesto muy difíciles para nosotros. Me encantaría estar muy lejos contigo, sin que hubiera más problemas, sin mis padres, sin todos estos líos, en un lugar tranquilo, fuera del tiempo.
Él sonrió.
- No te preocupes. Yo sé adónde ir, nadie nos molestará. Hemos estado ya muchas veces, basta quererlo.
Babi lo miró con ojos esperanzados.
- ¿A dónde?

- Tres metros sobre el cielo, donde viven los enamorados.