Llegar a este punto me ha supuesto renunciar a un rato de piscina, un rato de evasión. Las últimas entradas, las que he hecho este año, han sido para anunciar malas noticias: Tánatos decidió sorprenderme y llevarse, en menos de dos meses, consigo a los dos seres más preciados que habitaban en casa.
Así pues, hace unos días, mientras estudiaba para los exámenes finales, acompañada de Debussy, me vino este sitio a la cabeza. Llegué a la conclusión de que tenía que quitarle el polvo, actualizarlo como es debido y madurarlo, como he hecho yo misma.
Hace tiempo que aparté la escritura y la substituí por el amargo Bachillerato. Mis días acaban cuando le robo horas al siguiente y así sucesivamente. Sí, duermo poco y me dedico poco tiempo a mí misma. Reconozco que esta situación está provocando la amargura de mi existencia.
Mis días se endulzan con la Catalunya Música, una nueva amiga. La descubrí harta del silencio que invade mi casa cuando estudio o paso apuntes a limpio.
Los fines de semana, cuando el estudio me lo permite, recupero fuerzas y tomo evadiéndome con largos paseos sin destinos concretos, junto a mi libreta y los auriculares. El ir y venir de la gente, las conversaciones ajenas y las miradas de los transeúntes es algo que me sigue apasionando. Ya sabes, las buenas cosas nunca cambian.
La decacencia de mi salud sigue sin darme un respiro abriendo otros frentes que me asustan. Ojalá sólo quede en eso.
Espero con ansias que el Stand by que ha hecho mi vida acabe pronto...
¡Nos leemos!
espero que sólo sea la falta de tiempo mutua la que nos esté haciendo esto, la que no está recluyendo en burbujas diferenciadas... confío en que el aire primaveral nos oxigene y podamos eliminar nuestro propio Stand by, que todo sea como hace apenas un mes.
ResponderEliminarHola! Me alegra leerte de nuevo por aquí. ¿Le has cambiado el nombre al blog? Es estupendo, en todo caso.
ResponderEliminarBss!