martes, 2 de agosto de 2011

-.

Los destellos de luz desaparecieron junto a las falsas esperanzas de poder ver algún día. ¿Para qué quiero dos ojos que no ven? Unos ojos que vuelan solos, que añoran y no pueden con el ansia de ver ni con la propia vida. Mi corazón diluvia ganas e ilusiones que se ahogan en angustias porque aunque no vea, pienso y sueño.
Mis ojos no entienden de formas, de miradas cómplices ni de colores. Mis ojos se humedecen cuando no atinan al lanzar la última sonrisa. Mis ojos renacerían y perdonarían al desalmado que me impuso esta condena. Porque aunque no vea, ni veré te pienso y te sueño.

2 comentarios:

  1. Laurins!
    Me encantan tus textos. Son como una sonrisa de complicidad, como un guiño a mis sentimientos.
    Ésa extraña sensación de leer algo que ya has vivido antes, de hallarse comprendido en tus versos. No sabría explicarlo, pero un escalofrío acostumbra a recorrer mi piel al acabar de leer tus textos. Sigue así ;)

    ResponderEliminar

Deje su comentario después de la señal...