viernes, 14 de octubre de 2011

Saudade

Y es que cuando me pongo a pensar en todo a lo que podemos llegar a atados me falta el aire. Estamos atados a las palabras, a los prototipos que impone la sociedad, a los tratos, a las promesas y a papeles que ordenan cuánto tienes que pagar por tener un techo y un medio de transporte privado. Háblale de ataduras a Carmen, la camarera del burdel del centro de la ciudad, que entre alcohol, sudor y carmín alquila su cuerpo por tres billetes azules a cualquier ser viril que se disponga a pagarlos. Háblame de ti. ¿Qué eres tú? ¿Quién eres? Cuéntame, por favor.
Yo soy Laura, persona la cual vive atada a sí misma con una cuerda de ideas, nudos y recuerdos. La cuerda que me sostiene son las ganas de cosas nuevas, la curiosidad. Ésta, en teoría no debería atarme, pero lo hace porque le tengo miedo a los errores: las equivocaciones me aterran y sus consecuencias también. Y me siento constantemente al filo de un precipicio cuando no puedo controlar las situaciones, cuando no puedo percibir qué se te pasa por la cabeza, qué pretendes, qué quieres, el motivo por el cual te dejas ver como si te mirara desde un calidoscopio.
Me asusta esta impaciencia que calzo desde que apareciste.

2 comentarios:

  1. Yo soy Jael y a mí me atan los cordones de mis bambas -mi mama-.

    Gran texto, Laura :)

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  2. Sorprendido me hayo contigo, que te vaya muy bien con todo lo que hagas a partir de ahora y que seas muy feliz, espero que todo lo q hagas te haga mas fuerte y q aprendas.... la vida es un largo camino...

    La vida es una cancion, pues yo me la aprendere

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