Supe que comencé a quererte el día que me miraste como nadie antes lo había hecho, el día que sin haberte visto sonó Carousel de Julia Mercell, el día que la palabra despedida hizo que se me encogiera por primera vez el corazón. Me emocionaba que me chincharas, que me acariciaras la cara y también tus nervios. Supe que comencé a quererte el día que enterré miedos contigo a la vez que otros tantos se preocupaban de un partido de rugby, mientras el mundo seguía girando. Yo paré el mío durante 2 minutos y decidí lanzarme a la piscina contigo y conmigo misma. Mi primer riesgo. Nuestro riesgo. Tu olor. El verde de tus ojos. Tu sonrisa. Tu ombligo. Las lágrimas. Tus pies. Te esperé. Siempre te había esperado.
A ti te debo cinco meses de incertidumbres, de saltos al vacío, de amor. De mucho amor.
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