Poesía son unos ojos que hablan y unas bocas que callan. Un corazón humilde que dice verdades. Las arrugas, producto de la risa. Un abrazo a tiempo. Poesía es dibujar un mapa en la espalda disimulando viejas cicatrices. Unas manos que se rozan casualmente. El sabor de una boca después de un beso en el mar. Poesía es un hundirse en la inmensidad de una caricia, conseguir prescindir de un recuerdo. Morirse de frío a causa de noviembre a -5ºC, de calor a causa de unos lunares oportunos. Poesía son las postales y cartas que llegan a mi buzón. Las ganas de todo y las de nada y acabar convirtiéndote en la rival de la costumbre. La fragilidad de nuestro cuerpo con el paso del tiempo. Poesía son los olores familiares. El detallismo cuando va de la mano del romanticismo. Poesía es un hasta luego que realmente es un hasta siempre que tú quieras. Poesía es mi paciencia. Que no se nos vaya la vida en quitarnos la ropa. Un suspiro oportuno. El desprecio de cuánto le echarás de menos. Poesía son mis ganas de llorar con unas buenas líneas y una voz bonita. Es el perdón cuando la soledad nos da un beso.
Dime que poesía no era lo que merecías y entonces será cuando sepa que los conceptos cambian con el tiempo: tú yo, nosotros. Fuimos, somos y seremos.
Poesía, al fin y al cabo. Poesía, en definitiva.