Hablar de Hache (Antes Jordi) es hablar de las personas que se hicieron cargo de su cuidado, de su integridad: ellos son la SPAM, la Sociedad Protectora de Animales de Mataró.
Enric y yo decidimos que, teniendo un patio tan grande, un tiempo para dedicarle y un sentimiento de amor hacia los animales, era un buen momento para adoptar un nuevo integrante de la casa.
Nos pusimos manos a la obra con la búsqueda y nos decidimos por visitar la protectora. Allí es cuando vimos la cruda realidad: un sinfin de perros y gatos de todos los tamaños, colores y razas que están a expensas de que familias, parejas y voluntarios/as les vengan a pasear unos días a la semana, que se los lleven de acogida unas semanas o, si tienen mejor suerte, sean adoptados.
Pero bien, Hache y el centenar de animales que lo acompañaban son lo que son por su pasado, su presente y su futuro urgente. Quién sabe el pasado que tuvieron; a la Protectora eso ya no le importa demasiado. Lo que les importa es que el presente sea lo mejor posible y que el destino y la suerte les de un futuro digno. Y eso es sólo mérito de SPAM: voluntarios que regalan su tiempo libre y su amor hacia los animales, que dan muestra a la sociedad en la que vivimos que los animales son seres igual de dignos que los humanos y se merecen el cuidado y la atención necesaria. A veterinarios, coordinadores que hacen de este sitio un hogar temporal, aunque en muchos casos definitivo.
"Mucha suerte, príncipe, has encontrado tu familia" - Le decían a Hache cuando nos disponíamos a salir de allí. Yo sólo podía contener las lágrimas y observar aquel sentimiento de las personas que forman parte de SPAM.
Y digo desde aquí, un espacio personal, que los animales que vengan a la tierra deben tener las necesidades cubiertas. Que los animales no son el capricho perfecto para las familias: los animales son seres iguales que tú y que yo, a los cuales hay que respetarles sus derechos.