miércoles, 20 de enero de 2010

¿Qué es lo más importante de la vida?

¿Qué es lo más importante de la vida? Sí, es cierto que a alguien que tenga hambre dirá que comida o a aquella persona que se muera por ir al lavabo después de una intensa conferencia dirá que hacer sus necesidades. ¿Y si carecemos de felicidad, qué sentido tiene nuestra vida? El ser humano ya por naturaleza es caprichoso e inconformista. Satisface una necesidad y aún sin acabarla va en busca de una nueva. En ese pequeño, corto e insignificante momento es en el que logramos la plena felicidad. ¿Por qué no exprimimos como un limón ese momento, antes de buscar otro en el árbol de la vida? La felicidad se esconde en los pequeños detalles del día a día dependiendo de la actitud que tengamos frente a la vida y sobretodo siendo consciente de nuestra situación y realidad. También se esconde dentro de nosotros: en los esfuerzos y la esperanza que ponemos frente a una dura situación cuotidiana haciendo creer más en nosotros mismos y alcanzando esa meta que tan lejana veríamos sin la felicidad interior. Deberíamos de aprender a satisfacernos con poco y quitarle importancia a las cosas que realmente no merecen la pena. Pero en esta sociedad consumista e individualista es difícil salir vivo del bombardeo continuo para conseguir la felicidad material. El sufrimiento en la vida es algo inevitable pero puede mirarse de forma positiva. Sin sufrimiento, no hay valor a la felicidad. Es como el pobre que se convierte en rico: siempre valorará el dinero de una forma especial ya que siempre recordará de donde proviene y cómo lo pasó anteriormente. Esto es algo así. Nos resignamos pensando que siempre habrá alguien peor que nosotros y es cierto. Pero… realmente ¿Qué felicidad es la más pura? ¿La de un niño al recibir un regalo por sus buenas notas, la de una una madre al ver por primera vez a su hijo o la una pareja? Lo único que se sacar en claro de toda esta reflexión es que soy feliz, de una manera u otra. Satisfago mis necesidades de expresión a la hora de escribir, las sociales a la hora de relacionarme con mi gente, pero habrá una necesidad que me moriré sin satisfacer: La necesidad de que seamos todos iguales y que haya un mundo en paz.


"Otro de los trabajos de castellano, relacionado con un fragmento del libro El mundo de Sofía."

viernes, 8 de enero de 2010

Bittersweet routine.

Cierro la puerta de un buen portazo. Se me caen las llaves al suelo causando un gran estruendo. Tengo la chaqueta, la mochila colgada en el brazo y el trozo de tostada que no me comido metido en la boca ya que se me ha olvidado meter en la mochila los apuntes de física . Bajo las escaleras encendiendo el ipod y oigo el portazo de tu casa. Sí, reconozco ese portazo, más bien su voz ya que baja las escaleras tarareando la misma canción durante dos semanas. Cuando se cansa, cambia. Malditas modas...
Llamo al ascensor y como siempre no funciona. De mal humor pienso que ojalá pase algo serio como que se incendie el bloque, haya una fuga de agua, gas o cualquier otra cosa y que no pueda salvarse ni Cristo. Bajo las escaleras resignado y sigo oyendo su tarareo continuo y renegar hacia la persona que deja la puerta abierta y la lentitud del ascensor. Al llegar a tres escaleras de ella, la veo mirándose en el reflejo de la puerta metálica. ¡Las veces que me he quedado con las ganas de decirle que no se mire más que la puerta no le dirá nunca lo increíble que está! Al verme parado,observándola como bobo se ha apartado de una forma brusca regalándome una amplia sonrisa y unos buenos días. Y tan buenos, he pensado. Le he dicho que no esperara más que como siempre estaba roto. Ha seguido renegando delante mío mientras bajábamos las escaleras. Cuántas veces había soñado con ese mismo momento, que se le cayera alguna carta, papel del buzón o necesitara cualquier tipo de ayuda o que el ascensor fallara con nosotros dentro. He desviado tantas veces mi mirada y me he vuelto loco entre sus botones y ese dulce perfume que lleva...
Me encantan los amaneceres y verla recoger su camiseta favorita del tendedero con ese complicado moño que llevan todas las mujeres para estar por casa. Y sin olvidar cuando tiende la ropa con los auriculares. Qué voz más dulce tiene, pero maldita sea esa música comercial que escucha.
La conozco de una forma indirecta. Se que es complicada y que tiene muchos días malos. Huye del amor por miedo y que su mejor amiga está harta de decirle que no sea tonta y que deje de perder oportunidades. Oh sí...
Con la tontería ya hemos llegado a las últimas cuatro escaleras. Se gira y suelta una carcajada acompañada de un movimiento de la cabeza en forma de negación. ¿Qué cojones habrá querido decir con eso? Como un tonto le suelto una sonrisa y le cedo el paso para que abra la puerta ella. Ojalá formara parte de mi asquerosa rutina. Sin dudarlo le he soltado un "que pases un buen día". Gilipollas así me he llamado hasta llegar a la puerta del instituto.
Todo este seguido de pensamientos los resumiría con cuatrocientas frases ñoñas o bonitas y quedarme afónico chillándotelas cuando ni me rozas.

viernes, 1 de enero de 2010

Bienvenue 2010!

Las oportunidades como los autobuses, nunca se presentan cuando más llueve. En mi vida pasan tantos autobuses y por temor, terror, pavor, pánico, espanto, horror, recelo, aprensión, desconfianza,cobardía, acobardamiento y acojono los pierdo. Y encima para más inri, a parte de pasarlo mal y estar bien jodida una temporada, espero otro autobús sabiendo que lo voy a dejar pasar. Y así es. Ayer dejé pasar uno de los autobuses más importantes de la vida, el que llevaba esperando mucho tiempo. El chófer me abrió las puertas me invitó a subir. Marqué el ticket y volví a bajar, viendo como se largaba.
Me lamenté toda la noche, dejándome desganada y con ganas de llorar. Salía al balcón, aguantando toda la ventisca e intentaba despejarme sin resultado alguno.
Sí, ayer acabé de confirmar que no estoy hecha para los demás, que soy la persona más independiente que pueda existir, jodida, rara y que tiene un terror extremo a las relaciones. Terror a sufrir. Vale, que sí, que por amor se tiene que sufrir y arriesgar.
También comprendo que esto es algo que tengo que superar, pues es una cosa bastante jodida a la hora de relacionarse con gente.
Pero me conformo con otro tipo de placeres, placeres más pequeñitos, insignificantes. Pasar una tarde en mi rincón preferido escribiendo sin quitarme nunca los auriculares. O tomar unos mates con una buena compañía, llorar con películas pastelito, pasarme horas y horas delante del ordenador buscando buena música o aunque parezca mentira leyendo entradas de vuestros blogs.


Me pongo como reto este año a parte de seguir con salud y buenas amistades, empezar a superar ese miedo, seguir escribiendo ese libro que tengo a medias y... todo lo que venga.
Feliz año nuevo!

sábado, 26 de diciembre de 2009

Bye bye 2009...

Llamarme rara, la excepción, la extraña, la oveja negra, anormal y un largo blablabla. Pero sinceramente desde que supe que los Reyes Magos eran ****(Los Reyes Magos) perdí la magia navideña. El irme a dormir pronto y costarme una barbaridad coger el sueño, levantarme a las seis de la mañana incapaz de abrir la puerta del comedor por miedo a encontrármelos, encontrar los polvorones medio mordidos y la botella de anís abierta, los shows que se montaban en casa de mi abuela para poder dejar los regalos, correr en una cabalgata y charlar con mi querido Baltasar, cantar villancicos en el colegio, montar el Belén, dejar una carta repleta de cosas en un gran saco, etc. Qué infancia... sí parezco una abuela y sólo tengo 15 años, pero es verdad. Mi madre ya me lo advertía de que el tiempo pasa volando y que algún día echaría de menos esos momentos. ¡Y qué razón tenía!
Ahora sólo soy capaz de ver a grandes familias charlando una noche en especial(¿Y porqué esa noche y no otra?) mientras al ritmo de las succiones de substancias de crustáceos de los más mayores de la mesa rompen el sosiego de la voz del Rey mientras recita lo de cada año (La cual da tema de conversación para los postres). Después de pegarse el atracón del siglo vienen los turrones y polvorones bien típicos de la navidad. Seamos lógicos, que el chocolate y la Nocilla a cucharadas están durante todo el año! Luego nos lamentamos en enero sin dinero para ir al gimnasio y con cuatro kilos más.
O también sin olvidar las largas tardes en el centro comercial en plan estampida para comprar los últimos regalos (Siempre son los de la cuñada y la suegra) formando parte del clímax capitalista. Pasas o corres, según la aglomeración de gente que haya en ese momento por un escaparate y ves vestidos, mini vestidos o camisetas largas ceñidas como morcillas sin mangas con más brillantes y purpurina que una bola decorativa del árbol. ¿Los diseñadores no tienen un termómetro interior? ¿No tienen frío? Qué más da... si total una pulmonía no viene de aquí.
Luego sales con todo el agobio en busca de aire fresco y te encuentras a un hombre pidiendo dinero. Piensas que con un euro le solucionarás la vida y limpias tu conciencia, pues todo el año pasado lo ves y cambias de acera mirando a otro lado.
Vaaaaaaaaaale, no me puedo quejar. Tengo amistad, no me falta de nada y una buena salud. ¡Pero por criticar que no quede!
En definitiva,felices fiestas, buena entrada de año, cuidado con las uvas, cuidado con el pirriaque como diría mi abuelo y que el año que viene sea mejor que este(En todos los aspectos).

¡Nos leemos en el 2010!

domingo, 6 de diciembre de 2009

"I have got a lot of things to learn, said I would and I believe in one day before my heart starts to burn. So what's the matter with you? Sing me something new... Don't you know
The cold and wind and rain don't know .They only seem to come and go, away.
Times are hard when things have got no meaning.
I have found a key upon the floor, maybe you and I will not believe in the things we find behind the door.
"
[Oasis-Stand by me.]

Que acabe todo... pronto y yo vuelva a ser la misma por favor.
"Lo siento. Lo siento por todo..."