En mis planes no entraba el echarte de menos los fines de semanas y las vacaciones en general. Ni alegrarme todos los días por verte bostezar a mi lado, ni compartir zumos y disfrutar picándote al extremo de llegar a pedirte perdón cuando tú lo haces constantemente. Tampoco entraba el agradecer al destino que nos pusiera en el mismo camino hace cuestión de tres años. Tampoco entraba en mis planes el disfrutar acariciandote ese suave y oscuro pelo o chocarte la mano tres veces al día y recorrer cada una de esas grietas que se te forman por el frío. Ni quitar la vista de la pizarra y encontrarte mirandome con cara de poker y decirme lo fea que suelo estar. Tampoco entraba reirme de tu risa contagiosa y discutir porque te metes constantemente con el korfball.
Ni bailar contigo, ni sonrojarme, ni soñar contigo noche sí y noche también, ni contradecirme porque me da miedo lo que dicta mi corazón dándole la vuelta a la tortilla y pensar que mis planes serían los correctos si tú no formases parte de mi vida, de mi rutina.Ni reconocer con los ojos cerrados que estás a mi lado por el olor que desprende tu ropa. Ni sentirme culpable por haber perdido oportunidades amorosas mientras mi corazón gritaba que te quiere a pesar de ser la persona más burra que hay en mi vida. La persona que me hace temblar con seis palabras cuando nisiquiera me rozas.
Lo siento corazón, ha comenzado la guerra entre tu sentimiento de independencia emocional y el amor adolescente.
Maldito amor ivernal,primaveral y estival...
Uy! ¡Cómo anda la cosa!¿Korfball? ¿Seis palabras?
ResponderEliminar¿Algo se me escapa?
Bss!!