¿Signos del enamoramiento?
No se dicen signos, se dicen síntomas pues es una enfermedad.
Algo que no quieres que se te cure y que alterna calenturas con espasmos, dolores de cabeza, meteduras de pata, ataques de risa, taquicardias, subidas de presión, palpitaciones, alucinaciones y cuando se agrava a veces hasta histeria y embarazos.
No hay cura, sólo paliativos y sedantes.
viernes, 27 de noviembre de 2009
Señor doctor...
domingo, 22 de noviembre de 2009
Idas y venidas.
Estaré algunos días sin escribir hasta que acaben los exámenes finales y tenga ánimos para seguir escribiendo tonterías procedentes de una mente adolescente y... dudosa.
Os deseo a todos los que estudiais unas buenas notas y que no dejéis de aflojar... y a los que trabajais ánimo, que queda poco para la Navidad!
Sigo dando las gracias a los que estais ahí... no se cómo os lo compensaré.
¡Nos leemos a mi vuelta!
Besitos para todos.
Os deseo a todos los que estudiais unas buenas notas y que no dejéis de aflojar... y a los que trabajais ánimo, que queda poco para la Navidad!
Sigo dando las gracias a los que estais ahí... no se cómo os lo compensaré.
¡Nos leemos a mi vuelta!
Besitos para todos.
sábado, 14 de noviembre de 2009
Quizás sea una gran tontería la entrada de hoy, pero era necesaria. No es domingo, no llueve y tengo muchísimas cosas que hacer. Pero hablando con Mª Àngels, mi fiel compañera de informática, patios y conversas de lo más íntimas y sinceras, junto a Sergio y sus grandes consejos y charlas durante horas.. me han inspirado. Primeramente querría darles las gracias tanto a uno como al otro por estar en los momentos más "Lauterroríficos" de miedos, enfados y demás.
Mi clara incapacidad a aguantar a la gente y a mi agudizada rareza.(Junto a mi falta de expresión,es decir, pienso algo/cosas y no se cómo encabezarlo.) Sí, debería darme igual sentirme diferente, porque soy Laura y no una copia barata de alguien. Pero seamos sinceros, a todos nos gusta sentirnos iguales o sorprendernos al ver que alguien tiene la misma visión en algún aspecto. Y a mi me gustaría encontrar a alguien que sienta lo que yo siento en las clases de música. Mi profesora Begonya, suele sorprendernos cada día con una pieza diferente, intentándonos mostrar una visión completamente girada a la nuestra, enseñándonos el rincón más oculto de la harmonía, la melodía y de un ritmo. Es decepcionante al principio, pero a medida de que pasan sus clases es.. cómo un no parar, algo especial en las treinta y.. horas que tiene la semana escolar. Sabes que cada vez que entras en es aula, sales comiéndote la cabeza por cualquier simple frase que ha podido decir entre una explicación sin importancia alguna, pues yo soy capaz de dársela. Soy capaz de sentir la respuesta corporal de un escalofrío desde los brazos hasta los pies. Y noto en la barriga algo, quizás un nudo que me agobia, me aprieta y me suelta de vez en cuando dejándome la adolescente más inquieta que pueda pisar la aula. Es... una sensación espectacular, siento como la música se cuela hasta lo más hondo de mi. También debo añadir de que intenté sentir lo mismo con música producida por mi y fue desastroso. Mis padres me apuntaron a clases de guitarra española y ahí está empolvándose, esperando unas manos milagrosas que se dignen a afinarla y tocarla de nuevo. Es como si me metiera en otro mundo ajeno al mío sin ser capaz de comprenderlo. Pero sigo contradiciéndome.(Soy la reina en ello) A la hora de escribir me expreso sin miedo alguno, deslizándome con una máxima comodidad y libertad. (Sigo admitiendo que me cuesta horrores, por el maldito miedo.) Acabo con la sensación de haberme expresado un 55% de todo lo que se me pasa por la cabeza y eso hoy.. me gusta. Ha sido un día bueno y si mañana ganamos... será un fin de semana de lo más completo. Maldito Korfbal, maldita mala expresión... Mil gracias de nuevo a los que estáis ahí.
Mi clara incapacidad a aguantar a la gente y a mi agudizada rareza.(Junto a mi falta de expresión,es decir, pienso algo/cosas y no se cómo encabezarlo.) Sí, debería darme igual sentirme diferente, porque soy Laura y no una copia barata de alguien. Pero seamos sinceros, a todos nos gusta sentirnos iguales o sorprendernos al ver que alguien tiene la misma visión en algún aspecto. Y a mi me gustaría encontrar a alguien que sienta lo que yo siento en las clases de música. Mi profesora Begonya, suele sorprendernos cada día con una pieza diferente, intentándonos mostrar una visión completamente girada a la nuestra, enseñándonos el rincón más oculto de la harmonía, la melodía y de un ritmo. Es decepcionante al principio, pero a medida de que pasan sus clases es.. cómo un no parar, algo especial en las treinta y.. horas que tiene la semana escolar. Sabes que cada vez que entras en es aula, sales comiéndote la cabeza por cualquier simple frase que ha podido decir entre una explicación sin importancia alguna, pues yo soy capaz de dársela. Soy capaz de sentir la respuesta corporal de un escalofrío desde los brazos hasta los pies. Y noto en la barriga algo, quizás un nudo que me agobia, me aprieta y me suelta de vez en cuando dejándome la adolescente más inquieta que pueda pisar la aula. Es... una sensación espectacular, siento como la música se cuela hasta lo más hondo de mi. También debo añadir de que intenté sentir lo mismo con música producida por mi y fue desastroso. Mis padres me apuntaron a clases de guitarra española y ahí está empolvándose, esperando unas manos milagrosas que se dignen a afinarla y tocarla de nuevo. Es como si me metiera en otro mundo ajeno al mío sin ser capaz de comprenderlo. Pero sigo contradiciéndome.(Soy la reina en ello) A la hora de escribir me expreso sin miedo alguno, deslizándome con una máxima comodidad y libertad. (Sigo admitiendo que me cuesta horrores, por el maldito miedo.) Acabo con la sensación de haberme expresado un 55% de todo lo que se me pasa por la cabeza y eso hoy.. me gusta. Ha sido un día bueno y si mañana ganamos... será un fin de semana de lo más completo. Maldito Korfbal, maldita mala expresión... Mil gracias de nuevo a los que estáis ahí.
jueves, 5 de noviembre de 2009
Punto culminante del placer.
Botones obedientes, el ritmo lento de la cremallera, caricias que no piden permiso.
Cierro los ojos y dejo mi mente en blanco, ¿Rojo? Mejor en negro.
Puedo sentir cada centímetro de mi cuerpo, un susurro al oído, un beso en el cuello y mi piel se pone en guardia. Un dedo repasa mis labios, mi lengua investiga y saborea. Zigzaguea húmedo hasta mis pezones, los bordea y lo pellizca con suavidad.
Adivino unos labios bajando por mi vientre, despacio, recreándose en mi ombligo. Paseándose dulcemente en mis braguitas, millones de partículas fluyen dentro de mí.
Un suave roce avanza por el interior de mi muslo, cómplice de mis deseos se cuela entre mis piernas.
Me acaricia, me hace estremecer, mi excitación se desborda. Muerdo mi labio inferior, mis manos apresan las sábanas, aprieto mis nalgas, suspiro entrecortadamente, me entrego a la más bella agonía y siento que voy a explotar.
EL blanco lo inunda todo, sólo escucho un lejano tic-tac. Siento que floto.
¿Cuánto tiempo llevo aquí? Veo una puerta, se abre y siento un hormigueo. Algo me empuja hacia ella: Es el latido de mi corazón.
Ven aquí, abrázame.
Cierro los ojos y dejo mi mente en blanco, ¿Rojo? Mejor en negro.
Puedo sentir cada centímetro de mi cuerpo, un susurro al oído, un beso en el cuello y mi piel se pone en guardia. Un dedo repasa mis labios, mi lengua investiga y saborea. Zigzaguea húmedo hasta mis pezones, los bordea y lo pellizca con suavidad.
Adivino unos labios bajando por mi vientre, despacio, recreándose en mi ombligo. Paseándose dulcemente en mis braguitas, millones de partículas fluyen dentro de mí.
Un suave roce avanza por el interior de mi muslo, cómplice de mis deseos se cuela entre mis piernas.
Me acaricia, me hace estremecer, mi excitación se desborda. Muerdo mi labio inferior, mis manos apresan las sábanas, aprieto mis nalgas, suspiro entrecortadamente, me entrego a la más bella agonía y siento que voy a explotar.
EL blanco lo inunda todo, sólo escucho un lejano tic-tac. Siento que floto.
¿Cuánto tiempo llevo aquí? Veo una puerta, se abre y siento un hormigueo. Algo me empuja hacia ella: Es el latido de mi corazón.
Ven aquí, abrázame.
domingo, 1 de noviembre de 2009
¡Sigo viva!

Hacía tiempo que rondaba por mi cabeza esto de actualizar mi querido y abandonado blog, pero entre los estudios,entrenos,partidos y demás no hay quien pare! Lo único que me apetece cuando llego a casa es soltar la mochila en la puerta y quitarme los zapatos mientras me tiro en la cama, (Cosa que NO aconsejo porque luego te da más pereza todo).
La verdad es que en este tiempo no ha pasado nada insólito en mi vida. Lo único destacable podrían ser mis primeros partidos, ambos perdidos. Sí, siempre queda bien que lo bonito es participar y pasárselo bien... pero nunca imaginaba que me diera tanta rabia perder. Sólo hago que mirar el marcador y resoplar impotente de no poder hacer más y no me vale la excusa de que llevo poco tiempo en ello, porque no. Sí, soy demasiado exigente conmigo misma, pero así de mal me hicieron y encima no se admiten devoluciones a fábrica.
Por lo demás... en el mundo académico como siempre, con el agobio de las notas previas y demás. Parece gracioso, pero contar brevemente mi vida es de lo más similar a un horoscopo: Amor(Para reirse o mejor dicho para seguir riéndose.), Amistad(Tsé, no me puedo quejar.), Salud(Como un toro.) y Dinero(La crisis en la economía de una adolescente afecta mucho,mucho,mucho.)
Creo que hasta que me vuelva a venir a la cabeza el blog pasarán semanas y seguramente será un domingo nublado con la intención de caer una buena, aburridísima y con cosas que hacer más importantes.
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