miércoles, 24 de agosto de 2011

Qarmuna 2011

Un mes me ha bastado para darme cuenta de todo: has sido arriesgo puro, una sensación a contracorriente, un montón de risas y miradas cómplices, y el alargo de una despedida agridulce. Has sido el Teatro Cerezo convertido en Teatro Minerva, fugas fortuitas, 100 montaditos, una lluvia de estrellas, un deseo y un trozo de cuerda en común atada a mi muñeca.

...y por todo ello te doy las gracias, Chema.


martes, 2 de agosto de 2011

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Los destellos de luz desaparecieron junto a las falsas esperanzas de poder ver algún día. ¿Para qué quiero dos ojos que no ven? Unos ojos que vuelan solos, que añoran y no pueden con el ansia de ver ni con la propia vida. Mi corazón diluvia ganas e ilusiones que se ahogan en angustias porque aunque no vea, pienso y sueño.
Mis ojos no entienden de formas, de miradas cómplices ni de colores. Mis ojos se humedecen cuando no atinan al lanzar la última sonrisa. Mis ojos renacerían y perdonarían al desalmado que me impuso esta condena. Porque aunque no vea, ni veré te pienso y te sueño.

viernes, 8 de julio de 2011

Segundo de Bachillerato prepárate porque en un año acabaré contigo. Luego planearé un dulce suicidio. Eso sí, habiendo conseguido entrar en Filología Hispánica.


Ready, steady... GO!

miércoles, 29 de junio de 2011


martes, 21 de junio de 2011

Billetes abiertos.

Siempre me habían gustado las estaciones y todo lo que conllevan. La gente que las pisan suele pronunciar lo de “llámame cuando llegues” aunque luego entre cansancios, estrés y momentos varios pocos lo cumplen(imos).
Las estaciones huelen a ausencias, a lágrimas, a almas rotas, a esperanzas de volverse a ver, a vidas nuevas lejos de un billete de ida.
Otra gente, mientrastanto, se resguardan del frío de una despedida e intentan coser las heridas que provocan los mensajes de última hora, los de "Tren X con destino A está a punto de partir".
Y es cuando las prisas les pisan los talones a los individuos: las últimas palabras cortan como el cristal, otras unen sentimientos y los besos más tiernos y sinceros saben amargos.
Los que más me gusta de las estaciones es que olvidan el momento en el que te vas y a veces esperan a que vuelvas.