Quizás sea la historia más bonita que jamás alguien pueda tener o quizás sea algo que nunca debió suceder, tan sólo por el mero hecho de que nos llevamos 5 años.
Debo olvidar la noche de verano más bonita que tuvimos, al menos juntos. Sí en aquella noche surgió algo bonito, algo de verdad. Una pasión desmesurada, minutos lentos, rápidos según la situación o momento en el que llegamos a estar.
Juegos, pactos, lunas, coches, estrellas, sofá, cama, mesa, cocina, mermelada, cena todo eso entre otras cosas llegamos a compartir. Yo llegué a compartir algo que nunca había tenido, que había sentido. Fue algo químico, físico, lengua, técnico, como un curso escolar...
Sabíamos sabiamente lo que hacíamos, viviendo el momento sin temor al después.
El después es el después de 4 meses volvernos a ver. ¿Habrá cambiado? ¿Se acordará de todo aquello? Yo lo hago con y sin querer.
Yo lo llamo amor.
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