viernes, 27 de noviembre de 2009

En un lugar lejano, marzo de 17...

Amada mía, mi fiel compañera vislumbro nuestra dolorosa y eterna separación.
Estoy escondido en una pequeña aldea cerca de los Montes Urales ya que no puedo ejercer como tal. Desde siempre, como tú ya sabes bien, mi sueño fue ser periodista. ¿Recuerdas cuando simulaba entrevistar a Beethoven, Darwin, Allan Poe, Wilde? ¡Qué grandes tardes, qué bellos tiempos aquellos! Maldita vocación la mía, sólo ha hecho que traerme problemas y separarme de ti. Por decir verdades dolorosas, por criticar grandes poderes y sobre todo por defender mi nación, la cual llevo en el corazón contigo. Mis principios, mis pensamientos, mi libertad está cohibida por esta detestable política. ¡Al infierno todos ellos! Me siento consternado, decaído sin ganas de vivir. Estos parajes sólo hacen que recordarme mi país. Hace frío aun estando en primavera. Las hojas permanecen heladas en sus ramas y la hierba permanece amarilla agostada por las bajas temperaturas. El rocío se hiela al empezar el otoño convirtiéndose en escarcha hasta primavera. Mi respiración se ve acompañada de una condensación creando una nube de vaho que se une al paraje desierto de la aldea. Sus habitantes son como los pequeños animales que andan por estos bosques espesos: Sólo se les ve cuando en los caminos desaparece la nieve o sus reservas alimentarias escasean. En este duro invierno he tenido mucho tiempo para escribir y reflexionar. He pensado en lo bonito que sería tenerte junto a mí y convertirme en el mejor contador de lunares que pueda pisar este injusto mundo. Pero me tengo que conformar con mis sueños nocturnos y diurnos. Ahora soy fiel amigo a la soledad, del destierro, de la nostalgia, de la añoranza. Soy consciente del abandono de mi mismo, de que me apago como una tenue vela sufriendo una brisa marina. ¿Pero sabes qué mi pequeña Cristabel? Vivo con la esperanza de podernos tropezar en el cielo inesperadamente y sea capaz de reconocerte por ese lunar que tienes en el hoyo de tu sonrisa que me llega a seducir y dejarme maravillado a la vez. Antes de despedirme quisiera pedirte algo: Antes de partir, debajo del azulejo de la cocina de nuestro amigo Ewik te dejé una caja donde guardaba nuestros recuerdos. Cógela antes de que a este le dé por arreglarla y quédatela. Recuerda que tú siempre serás la única en mi vida, mi única razón de seguir respirando paulatinamente.

Siempre tuyo mi querida Cristabel.
Antoine Bertrand.

[Supuestamente era una pequeña redacción para el instituto de 10 líneas,utilizando caracterísiticas de la literatura romántica y bueno... me pilló inspirada y aquí está.]

6 comentarios:

  1. Parece una carte de despedida, pero impresionante las palabras que haz convidando.
    Yo creo que haz sacado buena nota en el instituto si haz escrito así, JA! espero que te pille más la inspiración (:
    éxito he..
    Pd: Ya hablamos (:

    ResponderEliminar
  2. ¿Por qué todo lo que escribes me transmite tantas cosas? Enserio amiga mía, tienes un don espectacular para plasmar palabras.
    Mi querida Laulau(L)

    ResponderEliminar
  3. Una oferta tentadora esta de ser periodista y abandonar todo por esa bella profesion.

    Allan Poe, le concedio una entrevista?
    Jaaaajaaaaa!!!!


    Bsssssssssss.

    ResponderEliminar
  4. He cotilleado tu blog y me gusta mucho como escribes, espero porder seguir leyéndote, te sigo ok? =)
    Por si te interesa, te dejo aquí el mío:
    http://queenbeyondcompare.blogspot.com

    Nos leemos!! ^^

    ResponderEliminar
  5. Laura corazon desagregate de nuestro blog, lo ceramos y nos vmaos de la blogosfera.
    Fue un placer conocerte y leerte.
    Besos y Hasta pronto!!!

    ResponderEliminar
  6. Querido Antoine:

    Está mañana fue la más nefasta, aún no entiendo porqué te fuiste. Busqué la caja en la cocina y cuando la encontré estaba vacía, como mi mente por estos días, que se la pasa tratando de encontrar una razón para entender porque me dejaste. Pero esta noche cuando termine esta carta saldré a buscarte, no me importa si tengo que cruzar este infierno de hielo descalza, porque creo que entiendes como soy, porque te puedo contar lo que a nadie le puedo contar, porque puedo sentir que mi vida a tu lado cobrará sentido y dejará de ser vacía, porque me gustaría decirte... te lo diré todo cuando te encuentre. Hasta pronto, y esperamé, que el firmamento se encargará de juntarnos.

    Por siempre tuya,
    Cristabel Cane

    ResponderEliminar

Deje su comentario después de la señal...