Me había prometido y jurado que no haría una valoración de este año, pero, como siempre, acabo haciendo todo lo contrario. Cuando echas la vista para atrás y tienes la cabeza un poco más fría eres más consciente de las cosas. Me he dado cuenta que, a pesar de que considere el 2011 como un año para olvidar, hay cosas que merecen sitio en mi memoria. He decidido dejar constancia de las cosas que cuando las pienso me hacen sonreír y me siguen dejando un buen sabor de boca. Allá voy.
Este año me llevo haber visto a Quique por partida doble. Cartas que huelen a 17. Dos premios literarios. Una corta estancia en una radio local. La militancia activa en Iniciativa per Catalunya Verds y con ella un sinfin de gente genial. Amistades que se ahogan con el paso del tiempo y otras que se afianzan a causa de las circunstancias. Amistades que surgen de la suma de kilómetros. Verano "cervezainolvidable" y otoño agridulce. Un segundo de bachillerato que te ahoga. Un TR estresante. Postales madrileñas que te alegran el día. Una Rosa Insa que se nos va. Poemas de Murcia que acaban en Barcelona por equivocación (Iban a Acapulco).
Mª Àngels, Josep, Carlos, Álex, Laura, Félix, Judit, Ismael. Gracias, gracias y gracias: no hay más.
Hugo, Greta, también seguís ocupando un pedacito de mí. No os olvidamos.
A los que me leéis, comentáis y seguís os deseo un feliz año 2012. ¡Nos leemos el año que viene!
Tu tambien has sido muy importante para mi este año ^^. Me alegro muchisimo de haberte conocido :). Félix.
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