martes, 30 de marzo de 2010

Pon un Sergio Montero en tu vida.


Gruñón como él solo y chincha a todo bicho viviente. Muerde cualquier pieza de fruta que caiga en mis manos en el recreo y para más inri me discute qué es una manzana y una pera.
Tiene unos conocimientos extremos del futbol nacional. Y de historia...ug, es un rey.Le odio. Mucho. Sobretodo cuando se pone imbécil total y me contesta en modo pantera. 0 cariñoso. Y es poco tolerante... creo que eso es lo que más me enferma.
Sabe cuando me pasa algo y si es así me hace sacar la sonrisa más sincera del día. Me saluda todos los días con un "Estás más fea de lo normal." No dice ninguna mentira, coño, son las 8 de la mañana y no soy de las que se echa 3 botes de maquillaje y usa tacones. Me despejo la cara con una cola alta, la cual según su teoría me apreta las ideas y a veces me hace delirar... quizás tenga razón. Y suelo tener ojeras las cuales no disimulo. Bostezo mucho, demasiado. "Eso es porque no te llega el oxígeno a la cabeza" y me lo corta metiéndome el dedo en la boca. Cabrón.
Discutimos. Muchísimo. Le chincho y a veces me paso. Es burro, de pueblo y me provoca como nadie. "Fea. Fea. Fea. Jojojojojo. Cerdo. Gañán. Cabrón."
Con él suelto más palabrotas que con nadie. Cuando puede y tiene la ocasión me inca el dedo en las costillas haciéndome saltar a causa de mis cosquillas. Cabrón.
Es un chulo cuando se trata de llevar él la razón. Se cansa de mi, lo se. Intenta tener siempre la última palabra, cuando eso conmigo es IMPOSIBLE.
Cambia de tema más radicalmente que yo. Estás hablando de él de patatas y te salta con la economía o con cualquier frase del APM.
O estás en una clase de castellano concentradísima en la gramática y le pregunta a una compañera si la chaqueta que lleva es de piel de leopardo. Le contestan que no, que cómo va a ser de leopardo y seguidamente te imita perfectamente el leopardo, con cara de felino salvaje y enseñándote los caninos. "Guaaaaaaaaaaauuuwrrrrr...."
Le echo de menos en navidad, semana santa y verano. Me acuerdo todos los días de él y de que la gran mayoría de los días está ahí, sea para joderme o para darme un abrazo matutino.
"Uiiiins.. ¿A ti quién te peina pichurri?"

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