Ojalá te multen por exceso de velocidad, bonita.

En el amor todo se vale,y que me lo digan queridos lectores. No sirven las normas, ni los acuerdos y en muchos casos las palabras. Esperas el mejor momento cueste lo que te cueste(meses y meses) y cuando crees que estás medianamente segura te pegan el adelanto del siglo por la derecha y sin intermitente.La cosa manda bemoles, sí. Esperas el momento, medio distingues las señales de la otra persona, comienza el acercamiento y zas, aparece el obstáculo, alguien que estaba en cuarentena pero que le había quitado el ojo, pues me habían dicho de que no pasaba nada, que él sólo tenía ojitos para "moi".
Una se "relaja", quizás demasiado. Espera el momento adecuado y cuando lo encuentra aparece el obstáculo más "on fire" que nunca. Consigue que el galán baile y que
se muestre más cariñoso de lo normal. Manda huevos el asunto...
La puntillita del asunto viene acompañada de una declaración del galán "Yo no puedo estar con alguien con la que discuto las 24 horas del día. Y no discutimos más porque no tiene más horas, que si no..."
Es él el que chincha y el que busca para que me enfade, añado.
Y dadas las circunstancias durante el viaje de fin de curso llego a la conclusión de que ha estado esperando en una meta a ver cual era la que llegaba primero. Ha sido como el cuento de la tortuga y la liebre, sí. Yo tortuga me he dormido por miedo, miedo a perderle como amigo y ella se espabiló dado esto. Él, en la meta esperando con banderitas se ha quedado con la "winner" del asunto .Y aquí estoy, con un montón de canciones pastelito que remueven la cuestión y esperando aún a no sé qué...
Añado y amenazo a Cupido con que la próxima vez se ponga las gafas para ver donde apunta.

http://www.youtube.com/watch?v=LYWPIU8u2qU&feature=related