Nos vemos en un año mejor que este. Ojalá que sea el que viene, este 2013.
lunes, 31 de diciembre de 2012
Agur, 2012.
Nos vemos en un año mejor que este. Ojalá que sea el que viene, este 2013.
jueves, 13 de diciembre de 2012
XII
miércoles, 14 de noviembre de 2012
Poesía simple. Poesía compleja.
sábado, 3 de noviembre de 2012
La casa está vacía
Pienso en los pasos que dieron por mi suelo, en los marcos en los que pusieron sus manos recubiertas de guantes, en los recuerdos y objetos en los que clavaron sus ojos. Pienso en haber estado presente y haber impedido que pusieran unas manos desconocidas en mis mejores sudaderas, en mis cosas definitivamente. Me hubiera gustado verlo todo. Como una narradora omnisciente. Sí.
Pienso en haber aparecido casualmente y haberles ayudado a escoger cosas. "Llévense esa caja forrada: está llena de cosas que ya no importan tanto. Llévense a Pío Moa, pero dejen de llevarse mi antología de Miguel Hernández, porfavor. Llévense también esas libretas llenas de fechas con pegatinas del partido y dejen mis libretas de los días bonitos. Tengan ustedes la delicadeza de no dejar a la vista la ropa interior que algún día le hizo sonreír, las fotografías que me recuerdan a lo que un día fui(mos). Acuérdense de que por mucho que arrasen con lo que queda de mi pasado y con parte de mi presente hay cosas que no me arrebatarán nunca. Adelante, siéntanse como en su casa. Ya se han tomado la libertad de entrar sin permiso y de desnudarme". Chapó. Lo habéis logrado. Gracias por nada.
miércoles, 10 de octubre de 2012
El tiempo de las cerezas.
"Cuanto más cercana sea la relación entre dos seres, más probable será que se puedan hacer daño el uno al otro. Cuando más lejana sea su relación, más probable será que se mueran de frío."
domingo, 23 de septiembre de 2012
Memento vivere
Ahora todo huele a antes, a otoño y suena a Tiersen. Quique lleva meses diciéndome que ya no suena en mí diariamente. Love of Lesbian nunca volverá a ser lo que fue antes, esto no es un reproche, es un hecho. Aún es pronto, sí.
Recupero, poco a poco, la suerte de mi vida: Carlos, Chola, mi familia. Recupero viejos hábitos que nunca debí perder: observar más a menudo el techo de mi habitación, quejarme y pelear por un futuro más digno. Aprendo, día a día, a perdonarme a mí misma, a remediar todas aquellas cosas que duelen. Lo que me apetece ya me está bien. No niego que, en algunas ocasiones, me asuste y todos aquellos miedos que creía superados vuelvan a picarme a la puerta.
Como hizo Amélie, la protagonista de la película con el mismo nombre, me apetece meter una mano en un saco de especias y que esa sensación recorra todo mi cuerpo. Ese tiempo-espacio sublime de introducir la mano en una tarde cerca del mar, en el abrazo más sincero de Yaiza, Lluis y Pepote, en una noche de bailes bizarros, en un concierto, en la cercanía de Sara mientras suena nos sobran los motivos, en una postal de Madrid de la chica de Alcobendas, en detalles recíprocos en forma de llave o en canciones de Chaouen, en el coche, que te mandan a callar.
"Sempre hi ha un motiu pel que desitges estar avui i et fa seguir caminant".
lunes, 17 de septiembre de 2012
Hueles a antes.
martes, 11 de septiembre de 2012
Cafe de Flore
Me levanté ya con la intención de dejarme parte del sueldo en periódicos y leer durante toda la mañana y parte de la tarde, en saber cinco opiniones, puntos de vista diferentes. Me puse aquellos pantalones viejos de color gris y las chanclas y bajé al kiosco. Hacía meses que no bajaba a comprarle nada, ya ni tarjetas para el bus. Noté en su cara que se sorprendió al verme allí leyendo nuevamente los titulares, pero a pesar de su reacción, me atendió de la misma forma antipática que siempre.
Acabé mirándolo todo menos las noticias importantes. Hojeé las páginas hasta llegar a las carteleras y oferta cultural de Barcelona. El teatro y el cine doblado me asusta. Todo es demasiado caro. Todo. -pensé-.
Desganada, sin ganas de nada, me dispuse a levantarme del sofá y llevar la taza del té al fregadero. Me paré en seco y miré por la ventana del comedor: el mar hoy no me esperaba, ni tampoco tenía ganas de que las olas me mojaran el alma. Ya no sabía de qué tenía ganas, ni qué hacer. Todo comenzaba a darme el mismo miedo que hacía unos meses. Amontoné todos los periódicos encima del reposapiés y resoplé.
Mis padres habían decidido marcharse todo el día fuera a la Costa Brava, a pasear y, en cierta forma, a finiquitar el verano. Comí algo de fruta y seguí indecisa, sin motivos, evidentemente.
Cuando quise darme cuenta ha eran las tres de la tarde, me despertó la sintonía del telenoticias. Me dio tanta rabia que acabé cogiendo ropa interior, metiéndome en la ducha y plantándome en el portal de mi casa predispuesta a ir aún a no sabía donde. Me enfadé conmigo misma por no saberlo y me dispuse a coger el metro y plantarme en los cines dedicados al VOS e independientes a su vez.
Café de Flore fue mi elección. Sin pensarlo demasiado, para evitar dudas. A las seis comenzaba la sesión. Me vi en una sala de cien butacas, de noveinta y nueve butacas vacías. Escogí mi sitio, como había hecho siempre en todos los aspectos de mi vida. Comenzó. Comenzó mi sesión.
Cerré los ojos y me imaginé las mejores de las compañías. Noté como el vello de mis brazos se erizaba sólo con imaginarle a mi lado, cogiéndome de los dedos en cuanto se apagaran las luces.
Creo que fue una de las mejores películas que había visto en muchísimo tiempo. Lloré y lloré sola, sin temor a que nadie me preguntara el motivo. Cuando quise darme cuenta, el chico de la taquilla se había sentado tres butacas más a la izquierda de mía. Acabó la sesión, ahora ya nuestra. Aplaudió entre lágrimas mientras se levantaba de la butaca. Nos miramos, sonreímos entre agua salada. Silencio y luces.
Adiós.
viernes, 7 de septiembre de 2012
Reprocidades estancadas.
sábado, 25 de agosto de 2012
Nul
domingo, 22 de julio de 2012
A expensas del Destino.
sábado, 14 de julio de 2012
Ara. Ahora.
jueves, 5 de julio de 2012
11.02
Supe que comencé a quererte el día que me miraste como nadie antes lo había hecho, el día que sin haberte visto sonó Carousel de Julia Mercell, el día que la palabra despedida hizo que se me encogiera por primera vez el corazón. Me emocionaba que me chincharas, que me acariciaras la cara y también tus nervios. Supe que comencé a quererte el día que enterré miedos contigo a la vez que otros tantos se preocupaban de un partido de rugby, mientras el mundo seguía girando. Yo paré el mío durante 2 minutos y decidí lanzarme a la piscina contigo y conmigo misma. Mi primer riesgo. Nuestro riesgo. Tu olor. El verde de tus ojos. Tu sonrisa. Tu ombligo. Las lágrimas. Tus pies. Te esperé. Siempre te había esperado.
A ti te debo cinco meses de incertidumbres, de saltos al vacío, de amor. De mucho amor.
martes, 8 de mayo de 2012
Ventanas empañadas
martes, 20 de marzo de 2012
Escolta la meva història
“És un petit pas per a l’home, però un gran salt per a l’ humanitat” Aquesta frase, ja cèlebre, és símbol del petit gran pas que Neil Armstrong va fer amb l’Apol·lo 11. Un viatge de cinc dies en què l’astronauta va poder observar des d’una petita finestra hermètica l’ immensitat blava dels oceans i les taques verdes de la Mare Terra de les qual destacava un arbre.
La història d’Armstrong també hauria de recollir el que seguidament t’explicaré, lector/a: ell va ésser el primer humà en trepitjar la superfície lunar i també el que va renunciar al satèl·lit de l’amor per la seva carrera professional. No sé del cert els motius de la seva decisió, però et puc explicar tot el que vaig veure durant dies des del finestró del menjador de casa dels meus tiets.
Caroline, en el moment que va saber que Neil s’embarcava en la missió, va decidir instal·lar-se a la branca més ampla i forta de l’arbre centenari del seu jardí. La botànica i l’astronomia eren les excuses perfectes per a poder contemplar la bellesa del cel i sentir el tacte d’aquella meravella centenària. S’estirava durant les nits a sobre de la branca que estava just sota la Lluna i esperava que aquesta brillés fins a il·luminar els seus cabells rossos i els mussols comencessin a ulular. La lluminositat de la Lluna, la calor de juliol i l’emoció de visualitzar la cara oculta de la Lluna era una cosa que la fascinava: era capaç de veure a Armstrong caminar per aquest paratge desert i polsós , veure com havia complert el seu somni professional i que era agredolçament feliç.
Jo sempre he sabut que allò era un amor impossible, un capritx del destí. Ambdosos allargaven els braços cap a un espai comú, que era un cel estelat ple d’esperances lluminoses.
Ella vivia a trenta-cinc metres del terra per sentir el fred i el buit del cel, la proximitat d’ un satèl·lit que ja no pertanyia a la seva òrbita. Ell, en canvi, visitava diàriament el costat ocult de la Lluna per a sentir el caliu de la llar i fondre tots els seus dubtes, les seves pors. Neil sabia perfectament que el seu petit pas com a home enamorat acabaria trepitjat i enterrat a la Lluna abans de tornar a la Terra i que aquella expedició el reconeixeria fins al final dels seus dies.
martes, 13 de marzo de 2012
Braquiosaurios del Raval
Supongo que es cierto eso que dicen que el exterior, aquello que se ve, no siempre es la esencia de las cosas. Si las calles de mi barrio hablaran, contarían historias de un barrio obrero donde el amor, pese a todos los inconvenientes, ha tenido su lugar. Lo que más me gusta hacer en él, es levantar la vista y ver en el cielo colgadas las sábanas, los calzones y los uniformes reflectantes de algún que otro trabajador. Las cuerdas de los tendederos del Raval es algo que siempre ha apasionado: los bailes que se traen siempre están relacionados con mi estado de ánimo, un estado que varía según cómo me haya tratado la vida ese día.
Mi día comenzó cuando me dispuse a abrir la puerta grafiteada y, entre periódicos y papeles publicitarios, me abrí paso. El rellano, para variar, estaba sin luz y tuve que llegar al tercer piso a tientas. Una vez dentro del piso, pude notar esa mezcla de humedad y viejo, ese hedor que, cuando salía, no podía desprenderme de él. Dejé las llaves puestas por dentro y llegué al comedor esperando que alguien me recibiera sentado en el sillón con la mirada fija en el cuadro al más estilo realista donde los dos cazadores, el caballo y el perro eran los protagonistas.
La presencia de alguien allí era evidente y no sólo lo decía porque Sra. Novell arrastrara muebles en el piso de arriba, si no porque era capaz de escuchar una lenta y angustiosa respiración al final del pasillo. Me apresuré para localizarla y, detrás de la puerta y al final del pasillo, lo encontré: allí estaba clavado en la mecedora. Mis palabras se volvieron balbuceos cuando, de pronto, comenzó a leerme lo que tenía encima de las piernas “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.”. Lo volvió a leer una y otra vez, se reía y cuando se disponía a volverlo a hacer sus carcajadas lo impedían.
La imagen se me clavó en lo más hondo de mi ser: su sonrisa formada por dientes amarillentos y afilados me producía una sensación inexplicable que era simbiótica a esa manía que tenía de reseguir con las uñas los nudos de la madera de la mecedora.
Suspiró como nunca lo había hecho y apoyó su cabeza. Lo vi abarrotado y yo, en ese preciso instante, supe que el braquiosaurio cualquier día no volvería a despertar más.
martes, 28 de febrero de 2012
“L’art contemporani s’acosta a l’alumnat de segon de Batxillerat”
El passat 13 de gener, els i les alumnes de segon de Batxillerat humanístic i social vam poder gaudir de dos experiències que ens varen apropar a moviments artístics innovadors, renovadors i dogmàtics donats al segle XX. Aquests moviments, en molts dels casos, queden justificats i contextualitzats amb els fenòmens històrics, adquirint un significat diferent segons el punt de vista dels diferents autors.
Amb la visita a la Fundació Miró, l’alumnat de l’assignatura vam tenir l’oportunitat de conèixer a l’artista barceloní i la seva tendència Surrealista, la qual varia en les diferents etapes de la seva carrera. El podríem definir com un artista innovador donades les tècniques pictòriques empleades, un artista compromès amb la seva terra i que utilitzava símbols per a referir-se a tot allò que admira i estima. També varem venir l’ocasió de visitar l’exposició temporal de la Col·lecció Clark al Caixafòrum. Les obres que estaven exposades eren peces de gran renom dins del moviment artístic del Impressionisme protagonitzat per Sisley, Pissarro, Manet, Monet, Degas o Renoir. Tots aquests artistes tenen en comú una temàtica propera a la natura i a la quotidianitat, on la importància de l’exactitud i d’instantaneïtat de les obres és una de les característiques clau del moviment.
Aquesta sortida no només va ésser interessant, si no que va dinamitzar i complementar tot allò après dins de l’aula d’art.